Bonjour, bon día, hola a tod@s
Después de los capítulos anteriores:
1º UNA RUTA DIFERENTE HACIA SAINTE VERGE: PIRINEOS, LANDAS, MEDOC, LOIRA Y TOURS
2º VIAJE POR ARCACHON - SAINTE VERGE - NANTES - ISLA DE NOURMONTIER
Llega ahora:
UN VIAJE ENTRE BURDEOS Y EL MONTE SAINT MICHEL PASANDO POR LA BRETAÑA Y SAINTE VERGE
Pasado ya el caluroso verano de 2013, el más bien seco otoño y el húmedo
invierno, llegamos a este clásico de las vacaciones que agrupa dos de las entradas
más vistas en este blog.
Entre las
novedades de esta tercera entrega destacamos:
*Ha sido
un viaje de costa costa, de la Costa Vasca al Canal de Inglaterra, 4.000 Km, el más largo hasta la
fecha y el más caro: Seis depósitos de gasoil y un gasto en peajes que
preferimos no recordar. Fruto de esta experiencia hemos decidido explorar otras
posibilidades para dejar el vehículo particular y que os contaremos... cuando las
sepamos.
*Por fin
visitamos Burdeos (Bordeaux). Después de pasar de largo en los anteriores
viajes, al fin nos atrevimos a visitar la capital de Aquitania, también capital
de las obras y los atascos, cuya traducción al francés “bouchon” tardaremos en
olvidar.
*En el
otro extremo la Bretaña, donde nos impactaron su sidra y sus “crepés” rellenos
de tripas. Una escapada al Monte Saint Michel, que algunos soyanos ya visitaron
en el encuentro de 2009, y a Saint Maló, remataron el viaje por el Norte. Al
final, unos días en las playas del Sur y vuelta a casa.
El tiempo
ha sido muy variable. Subimos con tiempo fresco, incluso con algunos días de
lluvia. Pero nada que no se remediara con una chaqueta o un chubasquero. Desde
España nos escuchaban con envidia. Al bajar, las temperaturas fueron subiendo
como preludio de lo que encontraríamos en la Península. Todavía recordamos los
30º del agua en la Bahía de Arcachón.
Dos
personajes nos acompañaron todo el viaje: La crisis que también azota Francia
como pudimos observar en casi todos los lugares y MANUELITA LA TORTUGA, película de animación argentina que vimos o
escuchamos unas 14 veces y a la que nunca podremos estar lo suficientemente
agradecidos por hacernos más llevaderas las 30 o 40 horas que pasamos en el
vehículo, atascos incluidos.
Empezamos.
1ª
parte: Desde Hoyos a Burdeos.
Bueno, no
contaremos aquí la ruta que todos conocéis. La frontera la cruzamos desde Bera
de Bidasoa por la carretera NA-4410 dejando el monte Larrún y su tren
cremallera al Noroeste. Vamos a Burdeos
donde pernoctaremos algunos días. Como tenemos tiempo vamos a visitar a unos
amigos que se acaban de instalar en Francia en una localidad a mitad de camino
entre Pamplona y Pau. Desde que salimos llueve (es finales de Junio) y la ruta
la hacemos entre valles cubiertos de niebla. Después de infinitas curvas
llegamos a Viodos-Abense-de-Bas y
allí ya nos están esperando. Menos mal porque el Chateau d´Onismendy no se
encuentra a la primera.
Pasamos
allí la jornada y recibimos algunos consejos, especialmente sobre la ruta a
seguir y los sitios que no hay que perderse en Burdeos. También los que pueden
ser poco seguros para los turistas. Tomamos buena nota de las entradas a la
ciudad, las horas de los atascos, las obras, engrasamos bien el GPS y partimos
pronto, que son algo mas de dos horas de viaje.
Con todo
preparado hacemos la ruta perfectamente. Pasamos Peyrehorade y a la altura de Saint-Vicent-de-Tyrosse tomamos la
A63. Ya no dejaremos la autopista hasta Burdeos, pero cuando llegamos a la
circunvalación (La Rocade), nos
saltamos el primer cruce y... acabamos perdidos en la periferia. Después de
muchas vueltas y apagar el GPS encontramos el hotel casi de milagro. Es el Victoria Gardens Bordeaux que encontramos rodeado de calles cortadas por
obras, una constante en esta ciudad. También es una suerte que tuvieran plazas
de aparcamiento (a 6 € la noche cuando lo normal son 10) ya que lo mejor es
olvidarse del vehículo durante unos días.
2ª parte: Tres día en Burdeos.
El Victoria
Gardens (127 Cours de la Somme) quizá no tenga referencias demasiado buenas y
despista su fachada si la buscáis en el Street View de Google, pero es que la
que normalmente aparece en la web es la interior. Por lo demás es un
apartahotel con una situación envidiable y un precio muy ajustado para la zona
en la que se encuentra. 10 minutos lo separan de la Place de la Victoire y de las principales avenidas comerciales.
Burdeos nos recuerda a Sevilla, por
su tamaño y por su “desorden”. No destacan los edificios modernos y el centro
lo domina su catedral y la torre denominada “La
Fleche” . El Garona impresiona algo más que el Guadalquivir. Allí
encontramos la fragata “Aquitaine” primera de su serie y de estreno por
Burdeos. Pero esta es una ciudad cara si no salís del centro y tendréis que
elegir muy bien los sitios donde comer. Nos habían recomendado un restaurante
italiano llamado Vanzetti (6 Rue des Lauriers) y allí nos trataron fenomenal.
Buen
sitio para compras pero controlar la tarjeta u os comeréis el presupuesto del
viaje en la primera semana.
3ª parte: A visitar a los amigos.
Dejamos
Burdeos por la Rocade (realmente es mas fácil salir de esta ciudad que entrar)
y nos vamos por la N10 hacia Poitiers. En Sainte-Verge
nuestros amigos del comité de jumelage nos tienen preparado un apero dinatoire. De camino hemos
decidido visitar Parthenay, ciudad
medieval muy cercana a Thouars.
No, la pasarela no se hundió
En estos
días ya hemos dejado las autopistas, y los peajes, bastante más baratos que en
España por cierto. También resulta que el precio de los combustibles se ha
igualado, cuando no resulta ser más bajo. Todo depende del sitio donde repostéis. Buscad las
estaciones de servicio de los Leclerc, Carrefour y Super U.
También
observamos como en los hoteles el personal de servicio ya no es extranjero, o
por lo menos de fuera de la U.E. Y como la industria nacional de automóviles
(los Renault, Peugeot y demás) van dejando paso a los Kia, Hiunday, Dacia y...
Seat. Señal de que en nuestro país ya se fabrican coches a los costes del norte
de Africa.
Bueno,
aunque tampoco están las cosas para tirar cohetes en Francia (10% de paro) si
algún soyano quiere emigrar seguro que en Sainte-Verge le ayudarán en lo
posible.
4ª parte: Entramos en la Bretaña por
Vannes.
Después de
saludar a todo el mundo y repostar en el Leclerc, nos vamos a Vannes, la capital del sur de la
Bretaña. De camino vamos a para en la ciudad fortificada de Guérande, muy próxima a Nantes.
Vannes se
sitúa junto al golfo de Morbihan y junto a este golfo está el Flower Camping LeConleau.
Allí nos alojaremos en una mobil-home de cuatro plazas. El camping está muy
bien situado, con autobuses que te llevan a la ciudad en pocos minutos, aunque
se puede ir andando o en bici. Las instalaciones son muy completas.
Hay muchas
cosas que ver en Vannes y sus alrededores pero esta vez (seguro que habrá
otras) nos quedamos en la ciudad y hacemos alguna corta excursión. Nuestra amiga
Marie Jo nos va a hacer de guía. Es la cuarta población que conocemos en este
viaje y no nos deja indiferente. Un canal abarrotado de embarcaciones comunica
el golfo con la ciudad. El centro y las murallas son impresionantes. Muchas son
las poblaciones que podemos visitar cerca de Vannes pero esta vez nos vamos a
conformar con Carnac (el paraíso de
Obelix) y la Costa Salvaje en la Isla de Quiberon.
Guérande
Vannes
Carnac
Côté Sauvage en Quiberon
Flower Camping Le Conleau
5ª parte: Entre Quimper y Dinan.
Ya de lleno
en la Bretaña decidimos visitar Quimper,
capital de la cerámica, y hacer un rodeo en vez de ir directamente al Norte por
Rennes. Dejaremos para otra vez la capital de la Bretaña y esta vez nos
dedicaremos más a la campiña. En Quimper pasamos una noche en el Appart´CityQuimper. Estupendo, con unas camas enormes y un cartel en la entrada minúsculo
que hará que no lo encontréis a la primera. No hay problemas de aparcamiento en
esta zona pero el hotel cuenta con parking. Quimper también está de obras, lo
cual desluce un poco el paseo por las orillas del Odet.
Desde aquí
tardamos unas horas a Dinam. Y
después de visitar Guerande, Vannes y Quimper parecería que durante nuestro
viaje ya habíamos tomado suficientes imágenes de casas de entramado de madera (maisons a colombages les dicen por
aquí)... Pues no. Dinam es otra pequeña sorpresa que esta vez visitamos bajo la
lluvia.
Nos vamos
temprano porque no tenemos clara la localización del sitio de dormir. Esta vez
probaremos en una Casa Rural. Se trata del establecimiento “La Hirlais” donde
el Señor Tremorin ya nos está esperando.
Quimper
Dinam
6ª parte: Saint Michel y Sain Maló
El Señor
Tremorin no solo regenta La Hirlais, también os informará de una línea de
cosmética natural que representa (y no será fácil que no le compréis algo) y os
enseñará sus cuadros, que también pueden adquirirse.
Esta mañana
llueve y cuando llegamos al aparcamiento del Monte Saint Michel (a unos 20 Km) decidimos tomar el autobús. El
transporte es gratuito. Todo se paga a través de la tarifa del aparcamiento
¡Preparaos a la salida! Del Monte no hay mucho que contar. Mucha, muchísima
gente (y es jueves). También obras y trabajadores en huelga. El desfibrilador
que se situá al final de la larguísima escalinata parecía por estrenar. Mejor
así.
Después de
pasar por caja nos vamos a Saint Maló.
Llegamos con todo ya cerrado. Hemos esperado casi una hora a que pasaran un par
de portacontenedores al puerto para poder entrar... andando. El coche mejor
fuera, donde aparcar es gratis.
Paseando
por las murallas y el puerto anochece. Y huyendo de la zona más concurrida
(donde no sabríamos en que restaurante entrar) acabamos en uno que está en la
misma muralla, El Corps de Garde, con vistas al mar. Además de pintoresco era económico. Una
pareja francesa nos invitó a probar la sidra, que es como la bebida nacional de
Bretaña.
Intentaremos
volver a Saint Maló en otra ocasión con más tiempo. Al Monte Saint Michel... no
creemos. Algo de culturilla: parece ser que los primeros habitantes de las Islas Malvinas fueron pescadores de Saint Maló, de ahí el nombre (Malouines).
Cuesta decidir donde comer
Crêperie Le Corps de Garde
7º parte: En la playa antes de volver al
Infierno.
Hoy toca
madrugar. Vamos a recorrer la mitad de Francia para volver a las Landas, a las
playas de Arcachon. De camino paramos en Nantes a comer (nosotros y el
vehículo). Pasamos Burdeos eternamente atascado. Llegamos con luz a Andernos-Les-Bains (es la ventaja de
viajar a finales de Junio) donde nos quedaremos en el Hotel Residencia L´Ocean. Hemos venido a descansar del viaje y a bañarnos y este sitio es
ideal. El hotel quizá sea de ambiente demasiado “playero”. Los apartamentos
tienen cocina... que no puede usarse. Hay un buen paseo hasta el pueblo, pero
se hace bien.
En esta
localidad, habitada en su mayoría por personas procedentes de Burdeos y que
pasan aquí el verano, nos encontramos algunos jubilados españoles que nos
preguntan por Bárcenas y por Udargarín...
Andernos se
situá al Norte de la Bahía de Arcachon y aquí las playas están bastante bien
pero hay poca profundidad. El agua hará aparición durante cuatro o cinco horas
al día y no cubrirá más allá de las rodillas (¡de María, que tiene cuatro años!). La temperatura ya era tremenda, especialmente la del agua,
preludio de lo que nos esperaba al volver a España.
La Bahía de Arcachon
Un carguero en apuros
Hotel Residence “L´Ocean”
La ventaja de pasar los últimos días de nuestras vacaciones en la zona de Arcachon es que desde aquí se tarda muy poco hasta la frontera con España y, teniendo en cuenta que a nadie le gusta volver, mejor que el viaje de vuelta sea lo más corto posible.
Saluos, salut, saudaçoes
NOTA: Todas las imágenes son de Pedro Francisco Santos.
NOTA: Todas las imágenes son de Pedro Francisco Santos.