martes, 16 de abril de 2019

LA FIESTA DE LA DEMOCRACIA - LA FÊTE DE LA DÉMOCRATIE - A FESTA DA DEMOCRACIA

Bon dia, buenos días, bonjour

En la última entrada ya advertí que este año tendría que tratar algunos temas de la política del día a día. Y es que nos hallamos metidos en un año plenamente electoral.

Y si las elecciones son la “fiesta o celebración de la democracia” este año resulta que estamos de suerte: De aquí a unas semanas vista tendremos que elegir nada menos que a nuestros representantes en el Estado, en Europa, en las Comunidades Autónomas y en los Ayuntamientos. Un “fiestorro” vamos.

Poco queda para meternos en la campaña de las elecciones nacionales y por eso este primer post (si, ¡habrá un segundo!) lo voy a dedicar a las elecciones del Estado y al sistema democrático liberal-capitalista en general. Un segundo post irá más centrado en nuestro "pequeño principado" de Extremadura y a Europa ya que podría decirse que las políticas de Bruselas mandan más aquí que las de Madrid.


Empecemos con un resumen de lo acontecido desde 2011.

Resulta que entre los artículos que he ido dejando en el tintero está uno que pensaba dedicar a Argentina en 2011. Esto era por la causa que se había abierto por los crímenes del franquismo en aquél país. Gobernaba Zapatero en España y Sarkozy en Francia. En esa época no se hablaba de Cataluña, cuyo principal partido, CiU, iba a apoyar en 2012 al PP de Mariano Rajoy con el mayor ajuste fiscal y presupuestario de la democracia.

Al final tanto ha cambiado todo en Argentina (para mal) que aquel artículo quedó totalmente desfasado. Pero releerlo me ha venido bien para recordar aquella etapa en que pusimos en un pedestal la palabra "crisis" que ahí sigue aunque algunos "lelos" piensen que ya la hemos superado.

Con Zapatero, que se tapó los ojos ante la crisis inmobiliaria, afianzamos firmemente nuestro vasallaje a Europa con la reforma de la Constitución. El resto de la historia ya la sabemos.

Aquí pongo un estracto del artículo de 2011:


"Y es que, visto lo visto, la crisis económica parece un cuento ideado por algunos con el fin de que la inmensa mayoría nos apretemos el cinturón para que ellos sigan ganando. La realidad es que en esta Europa de nuestros amores los dueños del capital, banqueros y grandes empresas, se han dedicado a rapiñar cuanto han podio en los años de bonanza. Cuando han llegado las vacas flacas han acudido a los Estados para conseguir fondos... y vaya si los han conseguido, pero a costa de todos. No olvidemos quién paga las campañas de los partidos que gobiernan. Y, por supuesto quién paga manda"

Y seguía:

"Así de cachondos son nuestros sistemas electorales. Por supuesto que hay otros sistemas para elegir a nuestros representantes, pero no en las democracias capitalistas donde la verdadera libertad (la libertad de gastar, la de influir, la de trasladarse, etc..) se consigue a base de dinero. De hecho poco importó a las democracias occidentales que un dictador gobernara España durante 40 años ya que se trataba de un país que abrazó el capitalismo.

Y nuestros gobiernos ¿como responden? Aparte de contentar a los ricos y a los mercados, prometiendo al pueblo unas medidas fiscales para las grandes fortunas que nunca llegan (ni van a llegar) se dedican a distraer a la población mediante argucias varias y así capear el temporal: Es la sociedad de "Pan y circo" ideada ya por Roma. El pan son los exiguos sueldos o las ayudas del Estado, cada vez más escasas y difíciles de conseguir. El circo es de lo más variado: Mucho deporte-espectáculo (el nuevo opio del pueblo), las actuaciones de los medios de seguridad, las acciones humanitarias de nuestros ejércitos y el ataque organizado a las minorías, especialmente si son pobres."



En esa época Sarkozy arremetía contra los gitanos y otras minorías y en España eran los emigrantes subsaharianos los que pagaban el pato. Su control lo acabamos subcontratando a Marruecos. En Francia se expulsaba a los emigrantes, pero en España se acabaron expulsados cinco millones de personas del mercado laboral.

También en Francia, tras las intervenciones en el extranjero (Libia) que no contribuyeron en nada para evitar la amenaza terrorista, y los atentados posteriores, comenzaba una involución de los sucesivos gobiernos cuya forma actual es la represión brutal del movimiento de los "chalecos amarillos". Recordemos también la guerra del velo.





Al final en aquél texto me acababa haciendo la siguiente reflexión:

"¿Porqué se empeñan los partidos en defender ideologías si lo que van a defender en los parlamentos son los intereses de quienes pagan sus campañas y a sus apoyos? Porque la ideología es la forma de atraer a los tontos ciudadanos que les votamos."

Pasaron los años, llegó el 15-M. Surgieron nuevas formaciones: Podemos por la izquierda y Ciudadanos por la derecha. En España teníamos a Rajoy mientras en Francia estrenaban a Hollande. Uno de derechas otro socialista ¿alguna diferencia?


Toulouse 2016, protestas contra Hollande. A los seis meses de su mandato Macron ya lo había superado en im-popularidad.

 Entre el primer y el segundo mandato de Rajoy ocurre lo inimaginable: El PSOE se abstiene para favorecer la llegada del segundo mandato del PP.

Antes, los barones del PSOE destronan a su Secretario Pedro Sánchez. 

Finalmente Pedro sánchez renace de sus cenizas y, tras un alocada legislatura, es destronado Rajoy en una moción de censura. 

Ya hablé de ello en otro post España, Europa y ¿Cataluña capital Bruselas?

Mientras tanto hemos tenido cambio de Gobierno en España. El partido que apoyó, con su abstención, al gobierno del PP de Rajoy ahora se presenta como salvador de la Patria. Permítanme que dude. En los próximos meses veremos muchas medidas de esas que dicen “populistas” pero con poca sustancia. De momento no se publicará la lista de defraudadores que regularizaron sus cuentas con el anterior gobierno. A Franco quizá lo saquen del mausoleo del Valle de los Caídos pero las familias de los represaliados del franquismo esperan otras medidas. La Ley de la Amnistía franquista seguirá pesando como una losa porque el PSOE tampoco osará atentar contra uno de los pilares básicos de la Transición. Quizá el más básico de todos.

Ojalá me equivoque pero estaremos atentos hasta las próximas elecciones.

Pues no me equivocaba.

En lo que respecta al circo o al entretenimiento hemos cambiado de figurantes: Ya no es ETA sino los golpistas Catalanes.  

Aunque ya estamos viendo que, como Puigdemont y sus comparsas ya no dan más de sí, algunos partidos intentan rascar votos rescatando el recuerdo de los años más duros del conflicto vasco.

Y yo sí he estado atento al gobierno del "renacido" Pedro Sánchez: Mucho ruido y pocas nueces.

Ni siquiera han sacado a Franco de su santuario. Muchas otras medidas han quedado atrás como la derogación de la "Ley Mordaza" y la Reforma Laboral del PP. 

Mientras tanto la exportación de armas sigue batiendo records. Es este un dato que no cambia con el color de quien gobierne. Y es que el embargo de armas a Arabia Saudí parece no estár en la agenda de ningún partido.

Al final el PSOE, azuzado por las encuestas y viendo el revuelo de la derecha institucionalizada con la irrupción de VOX nos ha metido en unas nuevas elecciones apenas ocho meses después de formar gobierno.

Elecciones y democracia liberal - capitalista: ¿Antagonismos o las dos caras de la misma moneda?

Mucho se ha escrito sobre este sistema que se acuerda de los ciudadanos un día y luego los espanta durante cuatro años. Porque la única participación que se exige, se ruega, incluso se implora es la del día electoral. En el resto del tiempo se hace todo lo posible para gobernar sin el ciudadano.

Así no se extrañen que la gente no vote con la cabeza sino con la parte de por debajo de la cintura. O no voten. 
Es este un sistema que básicamente se dedica a recoger las frustraciones de los ciudadanos cada cuatro años, que votan a cualquiera que no sea el último gobernante, habitualmente un peón de Bruselas. 
Ejemplos de los resultados de este sistema tenemos muchos: Trump, el Brexit, el triunfo de Ciudadanos en Cataluña o el del triunvirato PP-Ciudadanos-Vox en Andalucía. 

En Francia con la doble vuelta y enfrentado el partido de turno con la Agrupación Nacional de Le Pen (a la que ganaría hasta un bacalao seco según algunos) siempre gana el "menos malo" y así desde Sarkozy hasta Macron políticos mediocres han ido ganado elecciones y bajando los impuestos a las clases más pudientes. Pero quizá en las próximas elecciones la abstención y el hastío consigan el resultado que nadie quiere... o que pareciera que nadie quiere.

En algún lugar leí una vez de una persona que comparaba el sistema electoral con una especie de subasta: Se subasta un país y los postores son los bancos y las empresas que, como no pueden hacerlo directamente, lo hacen a través de los partidos políticos.

Alguien también definió los partidos como "el medio para que las corporaciones hagan política".

¿Y porqué las corporaciones pueden influir en los partidos? Porque los partidos necesitan dinero para hacer las campañas y perpetuarse. Es este otro regalo envenenado de nuestra modélica transición y nuestra Constitución.

No he encontrado mejor definición de esta Transición que la de un texto de Carlos Taibo de su obra sobre el anarquismo "Los Olvidados de los Olvidados": 

"Las cosas como fueren, tras la muerte de Franco se fraguó, no sin dificultades, un acuerdo en virtud del cual, y con la institución monárquica como enseña, las élites franquistas, o parte de ellas, impusieron sus intereses. Lo hicieron, por añadidura, blandiendo, en la trastienda, la amenaza militar, con eco palpable, por rescatar un ejemplo, en la atribución a las fuerzas armadas de la condición de garantes de la unidad de España. Elemento central del acuerdo que nos ocupa fue la decisión de aplicar una política de borrón y cuenta nueva en lo que respecta a los crímenes del franquismo."



Y sobre la forma que adoptan las democracias liberales un texto muy interesante de Jon Juanma sobre Nepal:

"Por ello en cualquier democracia capita­lista del mundo es necesario para las élites implementar un sistema electoral que suprarrepresente a los dos partidos mayoritarios controlados por el gran capital y acalle la voz de los oprimidos con conciencia. Sin embargo, esto falla cuando la izquierda realmente existente llega a acumular las suficientes fuerzas populares como para llegar al poder mediante elecciones burguesas."

Y en España ¿La izquierda realmente existente ha llegado a acumular las suficientes fuerzas populares para llegar al poder? Pero es que, en el sistema heredado de la Transición ¿Es siquiera esto posible?


Hay autores como Javier Pérez Royo, Catedrático de derecho constitucional de la Universidad de Sevilla, que piensan que no, no con esta Constitución:

"Si se me ha seguido hasta aquí, se entenderá por qué califico la operación de reforma constitucional de imposible. La reforma presupone que hay una Constitución sobre la que se va a producir la operación de revisión. Esa Constitución ya no existe. A estas alturas del guión, ya no cabe más alternativa que una operación constituyente.

La estructura del Estado no puede ser reformada. Tiene que ser definida a través de un pacto constituyente.
Lo que la sociedad española no ha hecho nunca a lo largo de los más de doscientos años de su historia constitucional, pactar en sede constituyente la integración de los ciudadanos de todos los territorios en un Estado común, es la única salida para la definición de la estructura del Estado en este momento.
"

De la reforma constitucional imposible, artículo publicado en 2015. Es un extracto de su obra "La reforma constitucional inviable" (Libros La Catarata, 2015).

¿Votar o no votar: Un derecho o una obligación democrática?

Llegado a este punto a mí hay un discurso que me enerva: "Si no vas a votar después no puedes decir nada si no te gusta el resultado". Pues visto como está hecho el sistema esto no es así. Ni de lejos. Porque realmente votes o no, no puedes hacer casi nada por cambiar el resultado. Esa no está entre las competencias de los votantes el día después.



Imagen tomada en Cáceres en 2003, no recuerdo bien en qué comicios.


Yo siempre he comparado el sistema de elecciones con listas cerradas con un restaurante al que acudieras una vez cada cuatro años y donde sólo se ofrecen menús del día. Unos años más y otros menos, aunque los platos son similares, a veces prácticamente idénticos. Si no te gusta ninguno no comes. 

Bueno, hay platos obligatorios fuera de menú: Te los comes quieras o no, aunque ni siquiera entres en el restaurante. Sobre estos no puedes decidir.

La verdad es que el efecto sería el mismo si en el restaurante te ofrecieran la carta pero con una selección muy limitada de platos (léase listas abiertas).
 

Pues un youtuber me ha dado una visión aún más allá sobre si votar es una obligación moral y cívica o no.

Buscaba yo alguien que me explicara la diferencia entre votar nulo, votar en blanco o no votar. Realmente lo que iba encontrando no me aclaraba mucho o lo aclaraba todo: El sistema no permite mostrar tu descontento con esas tres opciones. Realmente les da igual. Sólo una abstención muy pero que muy masiva les obligaría a recapacitar, aunque quizá la respuesta fuera el voto obligatorio.

Pero en WHYMAPS encontré una respuesta diferente. El prólogo del vídeo que les voy a comentar ya es de por sí sugerente: "No veas este vídeo si vas a votar hoy". Buscarlo porque no voy a poner el enlace.

Este vídeo profundiza en lo que denominamos democracia y si lo que tenemos actualmente puede calificarse de tal manera.

Así analiza uno a uno los tópicos que definen las democracias liberales y los va desmontando:

*No tenemos democracias sino gobiernos representativos.

*El poder no está en el pueblo sino en los representantes.

*Las elecciones no son una conquista del pueblo sino que las mantiene una élite.

*No gobierna el mejor sino el que mejor sabe ganar elecciones. Así llegan arriba los más grises. 

Consecuencia: La mediocridad impera entre los políticos.

*Los partidos de masas, nacidos para organizar y polarizar el voto en el sistema de Sufragio Universal, en ausencia del control directo de los ciudadanos, no responden a ideologías sino a las élites. 

Consecuencia: Los programas electorales no tienen importancia.

*Aunque desconfiamos de los políticos tenemos un sistema para elegirlos, el sufragio universal, basado en la confianza total.

Voy a parar aquí. Confianza total supone lo que ya dije al inicio: Los partidos buscarán al votante un día (o durante una campaña electoral) cada cuatro años y después intentarán que les olvides. Después ya no les haces falta. Ya tienen tu confianza (el llamado "cheque en blanco"). No existen los medios para una marcha atrás con tu voto... hasta dentro de otros cuatro años.

Por lo tanto, cuando votas prestas tu confianza total a un partido. Yo no quiero esto.

Hace años que leí la novela Cánticos de la Lejana Tierra (Songs of Distant Earth, 1986) de Arthur C. Clarke, escritor de ciencia-ficción.

En esta obra los últimos supervivientes de la Tierra llegan a un planeta que lleva ya seis siglos poblado por humanos que llegaron allí en forma de genes.

Es una sociedad establecida desde cero y con una característica que me parece genial: Están dotados de una Constitución donde sus cargos son elegidos por sorteo. Es más, de ese sorteo se descartan los ciudadanos con ambiciones de poder. La persona elegida tiene que estar "limpia" desde ese punto de vista.

Pues resulta que esto ya ocurría en Atenas. El video que cito incide en esto: En la democracia ateniense los ciudadanos podían presentarse como candidatos, pero su elección era por sorteo. Los atenienses no confiaban en sus repesentantes sino que desconfiaban sistemáticamente. El poder lo tenía la asamblea de los ciudadanos, no los cargos elegidos por ésta.

Existe algún país en el mundo que actualmente utiliza algo parecido a este sistema de elección de cargos, pero como no se trata precisamente de una democracia liberal-capitalista no diré su nombre.

Recapitulando: ¿Hay opciones reales?


Llegados aquí ya sabéis la respuesta a mi duda: No votar no es una opción de vagos o desclasados, es una opción más en nuestro "democrático" panorama. Es más, si no se está de acuerdo con el sistema, es la única opción (vale también el voto en blanco o el nulo, aunque esto es como ir a misa a escuchar la radio) ya que creo que tiene igual derecho a quejarse quien no ha querido participar en el sistema que quien ha dado "confianza plena" a una opción política. 
 
Total, te van a hacer el mismo caso...


Pero vamos a hablar algo de las opciones políticas que tenemos. 

Básicamente son tres:

Los partidos que se dicen de derecha o centro-derecha.

La izquierda tolerada, tolerada por la derecha, nos referimos a la social-democracia o izquierda liberal-capitalista.

La izquierda, anticapitalista o menos capitalista.

Realmente a mi no me gusta esta división pero es la que casi todo el mundo entiende. Yo creo que en nuestras sociedades la izquierda existe porque la derecha (los representantes de las élites) necesitaba un contrincante en esta democracia descafeinada. Eso sí, una izquierda que estuviera dispuesta a tomarle el testigo a la derecha en aquellas políticas que ni siquiera aquella se atreviera a implantar.

Es como la OTAN que siempre ha buscado un comparsa para justificarse. Primero era el Pacto de Varsovia, después el Terrorirsmo Internacional. Actualmente ya no necesita a nadie...

Desde luego no es esta la izquierda de la que hablaba Daniel Bensaïd, dirigente estudiantil de mayo del 68, fallecido en 2010:


"Para que otro mundo sea efectivamente posible, es necesaria también otra izquierda. No una izquierda light, como la mantequilla sin materia grasa, el vino sin alcohol y el café sin cafeína, sino una izquierda de combate, a la medida de una derecha de combate."

Que además nos recuerda:

"El paisaje político está hoy día devastado por las batallas perdidas (con la derecha) sin haber llegado a ser peleadas. Las fuerzas necesarias para la reconstrucción existen, y la relación entre el capital y el trabajo sigue siendo asimétrica: El primero nunca podrá prescindir del segundo, mientras que el segundo puede muy bien prescindir del primero."

Y entonces ¿Qué nos queda al final? La izquierda real (o radical) o lo que yo denominaría esa ciudadanía concienciada pero desencantada con el sistema, que quiere decidir por sí misma y que no lo hagan otros.

A medida que esta opción política ha ido tomando forma hemos visto como también ha ido adoptando algunos vicios de los grandes partidos y esto conforta a las élites que ven como las opciones herederas del 15-M se estancan.

Pero es que si alguna vez estas opciones pudieran asustar a las élites esta cuenta con otras opciones. Ya lo dice Carlos Taibo en su obra anteriormente citada:

  

"En el escenario de fondo del "régimen de la transición" ha estado siempre presente, en suma, la represión. Parece lícito concluir que esta última ha entrado en una nueva fase tras la aparición, en 2011, del movimiento del 15 de mayo, empeñado, por cierto, en denunciar la trama general de este régimen. La aprobación de normas legales como la llamada "ley mordaza", la invención de pruebas acusatorias, las infiltraciones policiales, la connivencia de fiscales y jueces y, en fin, la práctica de la tortura, han sido, y son, desde 1975, el pan nuestro de cada día."

Algunos parece que han descubierto ahora las cloacas del Estado, otros se rasgan las vestiduras diciendo que ya han  acabado con la policía patriótica, pero resulta que ese fue uno de los pilares que quedaron intactos en la transición, entre otros...

Si, todo quedó atado y bien atado, y si alguna vez las opciones más "populares" (por el pueblo) tienen alguna opción será en un marco muy distinto al actual.

Recuerdo ahora cuando el pueblo griego, citando a Jon Juamma, llegó a acumular las suficientes fuerzas populares para llegar al poder mediante elecciones burguesas. Fue la victoria de Syriza ahogada rápidamente por la troika encabezada por Alemania, su principal suministrador de armas.

¿Qué pasaría si Unidas-Podemos intentara desarrollar un programa que muchos desearíamos que llevara inevitablemente por salir de la OTAN y renegociar nuestro estatuto en la UE? 
Sepan que el 80% de nuestra normativa procede de la UE y allí los dos grandes partidos casi siempre están de acuerdo.

Lo mismo que pasaría si se intentara refundar el Estado, con una nueva Constitución no impuesta por terceros, una nueva forma de Estado, un referéndum sobre la Monarquía, etc...

A modo de epílogo.

Yo todavía no he tomado una decisión para las Elecciones Generales: No sé si me quedaré en casa o al final vencerá la opción "responsable" e iré a votar.

Otra cosa es que mi voto, por los milagros de la Ley D´Hont, otra norma establecida por la élite, vaya al contenedor de la foto, ya que en la provincia de Cáceres es casi imposible que mi opción más probable saque ni un solo diputado ni un solo senador, repartidos habitualmente entre PP y PSOE.

Claro que, pensando en aquello del "calentón electoral" a veces me dan ganas de votar la opción para mí y para muchos más políticamente incorrecta pero, para eso, mejor me quedo en casa.

Probablemente me vaya a la huerta para desconectar o a pasar el día a Portugal que es otra buena opción.

Por si acaso me arrepiento, ese día y el anterior veré varias veces el vídeo WHYDEMOCRACY.

Saludos, salut, saudaçoes.