miércoles, 10 de junio de 2020

EL REINO UNIDO (PARTE 3): ESCOCIA - LE ROYAUME-UNI (PARTIE 3): ECOSSE


Bom día, buenos días, bonjour


ALBA - SCOTLAND - ESCOCIA - ECOSSE - ESCÓCIA




Bueno, ¿que os voy a contar de Escocia que no hayáis escuchado antes? 

Y es que hay mucha leyenda, quizá demasiada, sobre esta región al norte del Reino Unido.

Por otra parte resulta que nuestro país ha tenido bastante relación con esta región tan lejana.

Vamos a ver que nos dice la historia.

Por la histórica enemistad entre Inglaterra y Castilla (no sé si se podría hablar de España en aquella época, antes de los Borbones) y resumiendo mucho, los católicos escoceses siempre tuvieron mucha relación con nuestros monarcas y fruto de aquello fueron bastantes los intercambios, tanto económicos, como políticos, como militares para ser unas regiones tan alejadas.


El caso es que, como datos curioso, la última vez que tropas españolas pisaron suelo británico en son de guerra fue tras la firma del Tratado de Utrech. En 1719, 300 infantes de marina (Marines) desembarcaron en Escocia al mando de George Keith, décimo Earl Marischal (literalmente conde mariscal, título nobiliario escocés) jacobita y católico que estaba refugiado en España.


Tomaron Eilean Donan Castle, el castillo de la película Los Inmortales (de título original Highlander, 1986) y consiguieron reunir un ejército de 1.000 efectivos entre los que figuraban los escoceses del clan del famoso Rob Roy, héroe nacional escocés.

Los inmortales (Highlander)

Esta aventura finalizó pronto. Primero lo fue para los pocos ocupantes de Eilean Donan Castle, que fue bombardeado por la marina inglesa hasta prácticamente su demolición. Si actualmente lo vemos como en la imagen es porque fue restaurado entre 1912 y 1932 por John MacRae-Gilstrap, del Clan MacRae.
El resto de soldados españoles,  junto con sus aliados escoceses, se enfrentaron a los ingleses en la batalla de Glen Shield, más bien una escaramuza, en la que 274 acabaron presos en Edimburgo y posteriormente fueron devueltos a España.



A pesar de esta imagen tremenda, el encuentro no fue para tanto... Los soldados de blanco y azul son los españoles.




Entre las aventuras de escoceses en España merece destacar a
John Downie, noble partidario de Fernando VII y de quien Wellington y sus oficiales se avergonzaban por considerarlo "demasiado español".

Formó a su costa la Leal Legión Extremadura, una especie de guerrilla militarizada que en un principio iba vestida a la vieja usanza española, es decir, al estilo del Siglo de Oro. El propio Downie llegó a portar en batalla la auténtica espada del conquistador Francisco Pizarro, espada que le regaló la Marquesa de Conquista en 1810.


El escocés John Downie y su Leal Legión Extremeña
De esta guisa iba vestido John Downie a la batalla


También hay algo en común entre las sucesivas monarquías hispanas y las escocesas.

Pero no tanto... el nombre antiguo de Escocia (de Scotia, que antiguamente también incluía Irlanda) era Reino de Alba,
Rìoghachd na h-Alba en gaélico escocés. Pero este Alba no tiene nada que ver con los Duques de Alba de España, por mucho que se haya cacareado en nuestros medios que los duques sean los herederos legítimos del trono de Escocia.

No me imagino a los escoceses declarando su independencia y poniendo a los Duques de Alba a la cabeza de su Reino. Para eso sería mucho mejor que, llegado el caso, nombraran a Sean Connery o a Annie Lenox.



El Primer Caballero (1995)


O quizá fuera mejor esta:

Brave (2012) en versión original es mucho mejor



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¿Cuando fue la primera vez que escuché hablar de este  Reino, País o Región?

Dejadme que piense... pues claro, por el inseparable compañero de aventuras de El Corsario de Hierro: Mac Meck.



El Corsario de Hierro, del guionista Victor Mora y dibujada por Ambrós, fue una serie de historietas de aventuras (BD) que empezáron a publicarse en los años 70. Trataba de las aventuras de un corsario español que se hacía acompañar de un italiano, Merlín, y un escocés, Mac Meck. El malo, como no, era un antiguo corsario inglés, el pérfido Lord Bemburry.

Otro personaje escocés que muchos recordaréis es Mac Latha, el fantasma particular de Sir Tim O´Theo, historieta creada por el recordado Raf (Joan Rafart) con guión de Andreu Martín. Sir Tim no es sólo una parodia de las aventuras de Sherlock Holmes sino de la propia Inglaterra. 



Muchos dicen que escucharon hablar por primera vez de la "pérfida Albión" a través de estas historietas. ¿Quién que leyera tebeos en los años 70 no iba a recordar a Patson, a Blops, a Pitts, Lady Filstrump, Bellota Village y el pub The Crazy Bird? Y es que no sospecháis la cantidad de bares que actualmente se llaman "El Ave Turuta" en España.

 

Y por supuesto la primera leyenda que conocí, yo y casi todos, fue la del Monstruo del Lago Ness. No sé si fue en alguna película, en algún documental, o en alguna revista.

Una anécdota relacionada con esto y que recuerdo de mi infancia es que por aquella época también saltó a algunos medios la historia del Monstruo del Borbollón.
El pantano de Borbollón fue inaugurado en 1954 y era un lugar habitual de baño cuando no había piscinas en los pueblos. Claro, o ibas en bici o necesitabas coche, o arrimarte a alguien que lo tuviera.


Desde Villa del Campo se tardaba como ahora, unos 15 o 20 minutos.

El caso es que en al año 1974 o 1975 saltó la noticia que se había visto un monstruo en el pantano, un pariente del escocés que nadie sabe cómo llegó al Norte de Extremadura. Al final se dijo que había sido un burro muerto o un neumático de tractor, quizá el tocón de un árbol seco que asomaba al atardecer, pero después de aquello no volvimos a bañarnos. Poco tiempo después se inauguró la piscina municipal.




¿Era éste el monstruo del Borbollón?




Un interés más reciente por Escocia me vino a través del cine, especialmente por directores como Kevin Loach, Peter Mullan, Danny Boyle o Kevin Macdonnald.

Pero antes estuvo la música.

Mi primer cantante conocido de origen escocés fue Al Stewar, pero pronto mis gustos derivaron hacia la música más o menos tradicional como la de Boys of the Lough, Battlefield Band o Capercaille. También los más roqueros Waterboys o la muy tradicional Julie Fowlis que canta en gaélico y escocés y que también participó en la banda sonora de Mérida, la Indomable (Brave, de 2012).




 


En mi primera y única vista a Escocia descubrí a The Campbells:




No he vuelto a encontrar nada de este grupo compuesto por Frankie Hepburn, Austin Nice y Sandy McLelland y que compusieron o arreglaron canciones tan inolvidables como Rhanna Laddie o Power and Honesty.
 


Pues ya está, ya os he contado casi todo lo que sabía de Escocia antes de ir. Si queréis saber algo más ir al capítulo primero de esta serie donde comento algo del Brexit y del "Scotexit".


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Ya os dije en la anterior entrada que desde Newcastle te pones en Glasgow en poco menos de 3 horas (150 millas) pero si no pretendéis daros un palizón, Escocia merece una visita por sí misma.

También deciros que con el tiempo llegué a tener familiares viviendo en Escocia y en 1997 me surgió la oportunidad de pasar un par de semanas en Glasgow. 

Fue nuestra "base de operaciones" y desde allí planificamos todos los viajes con ayuda de una de las conocidas guías del Ordnance Survey.



Repasando las diapositivas de aquel viaje (unos 10 carretes de película Kodak) he conseguido reconstruir las rutas de nuestro viaje por Escocia que, más o menos, fueron las siguientes:




La mayoría de noches las pasamos en Glasgow desde donde hicimos visitas a Edimburgo y a Loch Lomond. Para visitar el norte pasamos otras dos o tres noches en Inverness y para la hacer la ruta de Mull, Iona y Staffa una o dos noches en Oban.

Resumiendo mucho, el paisaje es un poco como el del norte de Gales, aunque aquí, aparte de las omnipresentes ovejas, también veréis sus famosos “cows” o especie de vacas peludas.

Imagen de Holger Langmaier en Pixabay
Si habéis probado cualquier tipo de buche extremeño o portuguesa el Haggis, comida nacional, lo notaréis hasta flojo. 

El haggis es un plato muy condimentado y de sabor intenso. Normalmente se elabora a base de asaduras de cordero u oveja (pulmón, estómago, hígado y corazón) mezcladas con cebollas picadas, harina de avena, hierbas y especias, todo ello embutido dentro de una bolsa hecha del estómago del animal y cocido durante varias horas (fuente: Oxford English Dictionary vía Wikipedia)


El turismo aquí estaba más organizado que en Gales. De hecho no nos costó nada movernos sin vehículo ya que hay muchos viajes en autobús y ferry que te llevan a cualquier parte por remota que sea esta. 

El viaje.

La primera aventura fue el propio viaje. 
En esa época no había vuelos directos de Madrid a Glasgow (y no sé si actualmente los hay). En Manchester hacías transbordo y cambiabas de avión.

Este aeropuerto estaba de obras (por lo que me han contado casi siempre está de obras) y una azafata nos acompañó para que no nos perdiéramos entre terminales. El vuelo Manchester-Glasgow lo hicimos con la línea regional de British Airways en un elegante turbohélice Bae ATP.




Elegante pero ruidoso. Los aviones de hélice vuelan más lento y más bajo que los de reacción y, aunque las vistas son más espectaculares, el traqueteo también.





En resumen, entre esperas, facturación y transbordos nos tiramos de viaje casi como para ir de Madrid a Nueva York sin escalas.

Glasgow

Glasgow es a Edimburgo como Amsterdam a la Haya, Gijón a Oviedo o Bilbao a Vitoria. Más o menos.

La primera es la capital económica y la segunda la administrativa. Glasgow es más grande, industrial y “feota” y Edimburgo más pequeña, más turística y, en general, más “chic”.


Lo primero que os llamará la atención es el idioma, mayormente inglés sí, pero que en Glasgow es especialmente particular.


Y es que, al contrario que en Gales, en general en Escocia no escuchamos hablar sus idiomas tradicionales, el escocés y el gaélico. Quizá fuera porque en Gales fuimos a una zona más rural, menos turística y además a la más tradicional o "aberzale" del país y en Escocia no. 

Pero precisamente en Glasgow se utiliza uno de los dialectos más característicos y complicados de todo el Reino Unido. El Glaswegian
No sólo es inglés, también incluye escocés e incluso gaélico con rastros irlandeses.

Para mi, que sólo me entendía en Londres con algún que otro español despistado, esto no supuso ningún contratiempo. Pero si sois de los que pensáis que domináis el inglés de Londres y con eso podréis haceros entender por todo el país aquí os llevaréis una sorpresa.

Es como traerte a un Inglés a aprender español a Lepe en Andalucía.

Si queréis escuchar el acento de Glasgow tenéis que ver en versión original alguna de las películas de Ken Loach. Por ejemplo esta:



En Angels´Share tienen un papel esencial la bebida nacional escocesa, el Whisky, que contribuye a la redención de las penas de los protagonistas de esta película.

Y si queréis conocer más sobre la pasión escocesa por su bebida también os recomiendo Whisky Galore! en su versión original de 1949 o en la de 2016.




En nuestro viaje no visitamos ninguna destilería pero nunca olvidaremos el olor a malta que flotaba por todo Glasgow.

Vámonos a ver la ciudad.

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Ya no recuerdo muy bien la situación del barrio donde nos quedábamos. Si recuerdo que para llegar al centro había que andar un poco...



... y cruzar el Kelvingrove Park, con sus grandes espacios, la cercana University of Glasgow, el Museum and Art Gallery y sus ardillas.





La imponente torre de la Universidad de Glasgow
Museum and Art Gallery




Quizá fuera el lugar que más visitamos ¡qué remedio! Y es que casi todos nuestros paseos nos llevaban por allí.

Es 15 de agosto y se celebra el Día de la Independencia de la India y de Pakistán. Cada país tiene sus propias celebraciones y no se cruzan en los desfiles.

Estos eran los paquistaníes que desfilaban en la Plaza de San Jorge:





Al día siguiente nos fuimos al mercado callejero denominado The Barras.




Y cerca de aquí está The Green.

Con 55 Has es el parque más antiguo de Glasgow. De hecho sus orígenes se pueden rastrear hasta 1450 y dicen que en unos de sus paseos por este parque, James Watt ideó la máquina de vapor. 

Nosotros no vimos rastro ni recuerdos de James Watt pero lo que sí nos encontramos fue a cientos de gaiteros. Se celebraba la World Pipe Band Championship.

Impresionante. Un gaitero es como un hombre orquesta pero una banda de gaitas es algo que tenéis que ver y escuchar en directo.

Nos quedamos un rato viendo el "precalentamiento" de la Glasgow Skye Association Pipe Band.





La banda ganadora del encuentro de 1997 fue la Shotts and Dykehead Caledonia Pipe Band.

Habrá gente a la que les horrorice el sonido de una gaita, a otros les parecerá demasiado tradicional, pero cada gaita es distinta (la asturiana, la gallega, la bretona, etc...) y escuchada en directo y en su entorno mucho más.

Un día volviendo a casa tres espontáneos tocaban la gaita en Kelvingrove Park... Ni las baladas de The Campbells pueden igualar  a esto, aunque se acercan mucho.


Una tarde visitamos los alrededores del Río Clyde. Parece ser que esta zona, abandonada a su suerte tras años de declive económico, actualmente tiene otro aspecto.







También hubo tiempo de visitar la Catedral gótica de San Mugo y el cercano y monumental cementerio victoriano de Glasgow donde han venido teniendo su última morada las clases pudientes de esta ciudad.


 


Y es que Glasgow, por la distancia económica que separa los barrios populares de los más elitistas, pasa por ser una de las ciudades con más desigualdad de todo el Reino Unido, con un índice de Gini disparado y una gentrificación acelerada.

Una última jornada la pasamos en Loch Lomond, el lago de Glasgow y el más grande de Escocia, con una superficie de 7.100 hectáreas.




En realidad no recorrimos Glasgow del tirón sino que fuimos alternando con excursiones a otras partes de Escocia.

Ya os he hablado del haggis que probamos en un local en el que seguramente no habríais entrado sólos. A mi anfitrión en aquella ocasión le extrañó que no lo vomitara al primer bocado pensando en mi falta de costumbre ante un plato que ellos consideran sólo para iniciados...

También cerramos algún pub, aunque no acabamos la juerga en ningún piso de estudiantes llevando la correspondiente contribución en whisky y otras bebidas espirituosas.


Inverness, Loch Ness y Skye. 




Al tercer o cuarto día de nuestra estancia en Glasgow y después de barajar algunas posibilidades nos decidimos por un clásico: El lago Ness y la ruta de Skye.


Para ello pasamos dos noches en Inverness, concretamente en el Inverness Youth Hostel. He visto imágenes recientes por la web pero la verdad es que no recuerdo demasiado de este hostal.

Lo que sí recuerdo es el omnipresente Río Ness.





Desde Inverness se llega a pie al lugar donde se unen el Moray Firth y al Beauly Firth (firth significa estuario). 

Desde allí contemplaréis el majestuoso KessocK Bridge, por donde pasa la Autopista A-9, unas puestas espectaculares y montones de cisnes que se acercarán a que les eches algo de comer.

Buen sitio para ir de pesca.







Anochece en Inverness, al día siguiente nos marchamos a ver a Nessie y la isla de Skye. 


Si ampliáis la foto veréis una figura en el río, en el centro hacia la izquierda. Se trata de un pescador y es que el Río Ness no cubre tanto como aparenta.



Las visitas al lago Ness y a Skye en realidad fueron en dos días distintos. El lago nos llevó una tarde y Skye un día completo.

Cuando se va a visitar el lago Ness es inevitable pasar por el castillo de Urquhart y por el centro de interpretación a comprar algún peluche.





Aunque todavía conservo este peluche, mi interpretación del monstruo la hice unos años después con el viejo kit del Brontosaurio de AIRFIX.




Una profesión curiosa que conocimos en Escocia es la del conductor de autobús que a la vez te hace de guía, que te cuenta lo que ves y parte de su vida y que te para en los lugares idóneos para la foto.

En nuestra visita a la isla de Skye tuvimos uno de estos.




Strathcarron

¿Loch Carron?

Loch Portree


Portree



Dunvegan Castle

La vista más conocida de Skye

La localidad costera de Kyleakin
Ya de vuelta pasamos muy cerca del famoso Eilean Donan Castle


Oban, Mull, Iona y Staffa. 

Esta excursión fue muy particular porque es marina y terrestre. De hecho el mapa de Google no muestra una parte del recorrido. La ruta acaba en Fionnphort porque en la Isla de Iona no entran coches salvo alguno oficial.



Existen mapas más bonitos como este:



El punto de partida es Oban. No recuerdo muy bien la ruta de Glasgow a Oban que hicimos en una línea de autobús regular. Años después y siguiéndola en un mapa me di cuenta que pasamos muy cerca de Helensburg, ciudad hermanda con Thouars.

Escocesas en Thouars en 2015. Foto de la Nouvelle République.
 
Bandera de Escocia en Thouars. Foto de la Nouvelle République.


Helensburg es importante también por otra cosa: Allí se encuentra la flota de submarinos nucleares de la Royal Navy que fondean en la cercana HM Naval Base Clyde. Son los submarinos que forman la fuerza nuclear disuasoria del Reino Unido lo cual no es moco de pavo.


HMS Audacious (S122), cuarto submarino nuclear de la clase Astute de la Royal Navy llegando a la HMNB Clyde el 7 de abril de 2020. Royal Navy Photo.

Sí, Escocia resulta que también es importante para el Reino Unido y para la OTAN por sus bases tanto navales como aéreas (como Lossiemouth). Entonces ¿cómo influyeron los militares en el No a la independencia? ¿habríamos tenido una Escocia independiente pero dentro de la OTAN?

Volvamos a Oban.

Oban es una pintoresca y pequeña ciudad donde pasan vacaciones muchos escoceses y gentes venidas de todo el Reino Unido que triplican su población en verano. 
Es el punto de partida para conocer las llamadas Islas Hébridas Interiores del Sur (Skye pertenece a las Hébridas Interiores del Norte).

Como curiosidad decir que hay una canción de Everything But The Girl que habla de Oban. Parece ser que Ben Watt pasaba allí sus vacaciones en la infancia. Está en el disco Idlewind, de 1988 (The Night I Heard Caruso Sing).

Y es que aunque la mayoría de turistas vamos allí para hacer la ruta de Iona, Oban bien merece una visita.





Cerca del puerto, que en la segunda guerra mundial fue utilizado por los Short Sunderland (hidroaviones) de la RAF, había un pequeño museo con recuerdos de la infancia del que actualmente no encuentro ni rastro.

Pero el monumento más conocido de Oban es su coliseo o McCaig´s Tower. Por lo visto un banquero (John Stuart McCaig´s) lo construyó y lo donó a la población. Tiene 200 metros de circunferencia y desde él se tienen unas estupendas vistas de Oban, del Firth of Lorn y de las islas próximas como Kerrera, Lismore y Mull.







Aquí pasamos una o dos noches (no recuerdo). Nos alojamos en el Oban Youth Hostel.

Al día siguiente toca madrugar. Para visitar Mull, Iona y Staffa viajaremos en autobús y en tres embarcaciones distintas.

El primero es el ferry Isle of Mull de la compañía Caledonian MacBrayne.


Fuente de la imagen: https://mull.co/ferry-to-mull

Cuando comenzamos el viaje prácticamente estaba amaneciendo.




La primera isla que encontramos es la de Lismore.


Y en un extremo de esta isla está el Eilean Musdile Lighthouse, un faro solitario como pocos.



 


Antes de entrar en Craignure Bay nos encontramos con Duart Castle.




En Craignure nos esperaba el autobús que nos acercaría a Fionnphort.

En la isla de Mull sólo estuvimos de paso aunque por lo poco que vimos seguro que merece la pena recorrerla a pie, en bici o como sea.



 
Loch Airdeglays

A partir de aquí me pierdo, no sé si la ruta hasta la isla de Staffa la hicimos desde Mull o desde Iona. Da igual. 




Lo que sí recuerdo es que, de un cómodo Ferry en el que apenas se notaban las holas, pasamos a una suerte de barcos pesqueros adaptados en los que, con oleaje, o te quedabas mirando al centro del barco, o echabas el desayuno.

Todas las imágenes que busquéis por ahí de Staffa os mostrarán unos cielos azules y aguas calmas. Nosotros, al parecer, tuvimos mala suerte...

Había veces que, entre el oleaje, dejábamos de ver al otro barco de la excursión


No pudimos acercarnos mas a la isla, ni desembarcar, ni entrar en la Cueva de Fingal ni nada...

Las columnas de basalto eran bien visibles...

...pero esto fue lo más próximo que estuvimos de la cueva.


El oleaje era imponente. Entre esto y el mareo era imposible sacar una foto derecha.

Unos cormoranes nos contemplaban impasibles.



A la vuelta de Staffa hasta Iona el tiempo cambió a mejor. Tanto lo hizo que a veces pienso que fuimos presas de un extraño maleficio ¿No? Pues mirad la imagen tomada unos 20 o 25 minutos después de la anterior.

Un mar turquesa rodea Iona




Iona es una pequeña isla de apenas 9 Km2 que encierra mucha, muchísima historia, más de lo que parece.

Por una parte, desde esta isla San Columba, exiliado de la vecina Irlanda en el 563 d.c., cristianizó la bárbara Escocia. 

Dicen también que aquí redactó el Libro de Kells, obra maestra del cristianismo celta y del arte anglo-celta y del arte universal sin más.


Podéis encontrar montones de imágenes de este libro en la web, incluso el libro completo, que se conserva en el Trinity College de Dublín. Pero si queréis ver algo más entretenido y además otra obra de arte en sí misma, aquí la tenéis:

The Secret of Kells, película de 2010 dirigida por Tomm Moore y Nora Twomey

Por otra Iona también fue la necrópolis de los reyes del antiguo reino de Dalriada y aquí fueron enterrados entre otros Macbeth, Rey de Alba muerto en 1057.

No sólo reyes escoceses fueron enterrados allí sino también irlandeses, franceses y noruegos. Hasta 48 tumbas de monarcas hay en Iona.

Los dos monumentos más notables son la Abadía, fundada originalmente como un sencillo convento por el propio San Columba y el Convento de las Monjas (o Nunnery) que data de 1203. 
El primero está restaurado y alberga un museo. El segundo es una ruina, eso sí, consolidada.


La abadía de Iona
La capilla del cementerio

The Nunnery
 
Los habitantes más comunes de Iona: Las gaviotas. Esta intentaba zamparse nuestros bocadillos con total descaro.
Abandonamos Iona después de un día en el que sufrimos como pocos las inclemencias del tiempo durante toda nuestra estancia en Escocia. 
Un inesperado chaparrón nos dejó totalmente calados cuando subíamos a la más alta elevación de la isla, el Dum I de 101 metros (en la siguiente imagen al fondo a la izquierda).


Llegamos a Fionnport en otro ferry de Caledonian MacBrayne: El Loch Buie.


 
Edimburgo



Antes de finalizar nuestro viaje dejamos un último día para Edimburgo.

Edimburgo es la capital política y administrativa de Escocia. Es más pequeña que Glasgow (480.000 habitantes contra 600.000) pero no diré si tiene más o menos encanto que Glasgow por no herir sentimientos.

Si vais a Escocia tendréis que visitar ambas ciudades y os haréis vuestra propia opinión.

Aunque es verdad que, en general, el cine y el resto de medios han tratado mejor a Edimburgo que a Glasgow.

Para muestra un botón:


Sunshine on Leith (2014)
L'illusionniste (2010)
Burke and Hare (2010)

No me voy a olvidar aquí de Trainspotting aunque esta película se rodó entre Edimburgo y Glasgow, más bien en esta última.

Trainspotting (1996)

A mi particularmente es L´illusioniste de Sylvain Chomet la película que mejor retrata el encanto de esta ciudad rodeada de colinas volcánicas. El ilusionista es en realidad un homenaje al actor y director francés Jacques Tati.

Vámonos a Edimburgo en 1997. 



Es agosto y se celebra el Festival de Edimburgo. Hay muchas actuaciones por toda la ciudad, incluso en la National Gallery.




Pero lo primero es visitar su castillo. Subiendo, subiendo se contempla toda la ciudad.


 



Un cañón apunta al monumento a Walter Scott.


También recorrimos la Milla Real (Royal Mile) la calle más larga de Edimburgo. Como curiosidad, su longitud, 1.814,2 metros, da origen a una medida un tanto desconocida, la milla escocesa.



Ese día el cielo, grisáceo por la mañana, se volvió espléndido hacia el mediodía y nos regaló unas hermosas vistas de la ciudad y su entorno. 
El mar no se encuentra demasiado lejos de Edimburgo.





No hubo tiempo para visitar los restos de los volcanes de Edimburgo, que datan de hace 325 millones de años, cuando aquello era una isla, aunque es verdad que el propio castillo se sitúa sobre los restos de uno.

El más espectacular es el denominado Arthur´s Seat aunque el más fotogénico es Salisbury Crag.



De la película One Day (2011)
La tarde y el final de la jornada, y del viaje, la pasamos en Calton Hill.







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El vuelo de vuelta también nos reservó algunas sorpresas en forma de nubes y efectos multicolores.







He pensado en volver en muchas ocasiones a Escocia pero, vista la situación creada por el Covid-19 y lo mal que lo están pasando allí (y aquí) me temo que casi todos nos tendremos que olvidar durante un tiempo de los viajes largos, especialmente en avión.

Por ahora conformaros con estas fotos.

Yo mientras tanto trataré de rematar alguna de las figuras de metal que me traje de recuerdo.



Saludos, salut, saudaçoes. 



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Después de tres artículos dedicados al Reino Unido toca volver al presente y, como no, al Covid-19.
Antes dije que probablemente deberíamos dejar de viajar en avión durante un tiempo, pero la cruda realidad es que quizá dejemos de viajar en avión para siempre.

Y un tiempo después simplemente dejaremos de viajar...

Si, toca ya hablar de lo pasado en estos meses, de la escalada de la pandemia y de desescalada, una desescalada que nadie sabe muy bien a dónde nos llevará. Es eso que llaman la "nueva normalidad" que en realidad ni es nueva ni es normal.

Hasta el próximo artículo.

Todas o casi todas las imágenes en las que no se cita el origen son de Pedro Francisco Santos. Se tomaron con una SLR Minolta Dynax SPxi y pelicula Kodak Ektachrome E-100.

Textos by Chicharero