Bonjour, bom dia, buenos días
Nunca
he sido partidario de tratar los temas en “caliente”,
especialmente este de los incendios forestales. Pero es cierto que
este escrito, pensado para intentar poner cierto orden en la
avalancha de informaciones tras el Incendio que afectó a la Sierra
de Gata el trágico agosto de 2015, ya puede retomarse con algo de
perspectiva pasado el medio año.
Pensando
un título que sintetizase este artículo resulta que el primero que
me vino a la mente ya lo utilicé en el año 1999 en un comunicado (Extremadura
arde ¿insólito? - Comunicado PROFOR - enero de 1999) que escribí como Vicepresidente en Extremadura de la Asociación
Nacional de Profesionales Forestales, PROFOR. En esa época también
trabajaba como Agente de Medio Ambiente en Hoyos y otros pueblos de
la comarca que han sido afectados. Aquel fue un mal año porque un
invierno especialmente seco hizo que la mayor superficie quemada se
produjera fuera del verano. Y es que en esa época el INFOEX (Servicio Autonómico de Prevención y Extinción de Incendios Forestales) no funcionaba a
pleno gas todo el año. En el año 2000 volví a la carga pero esta
vez en mitad de la campaña de verano, intentando relacionar el
asunto con aquello que se empezó a potenciar o promocionar en
aquella época: El Desarrollo Rural. (Incendios
forestales y desarrollo rural – Comunicado PROFOR - agosto de 2000)
Y
releyendo aquellos escritos sólo saco una conclusión, aunque el
operativo de extinción se ha multiplicado, y el consiguiente gasto,
en cuanto a los resultados: Pocas cosas han cambiado.
El
último gran incendio que afectó a la zona fue el de 2003 que quemó
parte de los términos de Acebo, Hoyos y Perales (con una semana de
diferencia respecto a 2015 ya que fue durante las fiestas de Acebo) y
que fue muy bien reflejado por el director Montxo Armendáriz en su
película “Escenario Móvil”. En aquel año también ardieron las
comarcas de Valencia de Alcántara y las Hurdes, siendo el peor año
en superficie quemada de las últimas dos décadas en Extremadura.
Son raros los grandes incendios fuera de las comarcas del Noroeste de Extremadura y no es que no los haya (Valencia de Alcántara y Cañamero son ejemplos de 2003 y 2005 respectivamente) pero no son nada comparables con la magnitud y frecuencia de los de Sierra de Gata y Hurdes.
Es más, algunos incendios se repiten una y otra vez en las mismas condiciones, en los mismos parajes y en fechas parecidas con diferencias únicamente en las condiciones climáticas locales de esas fechas. Recuerden los incendios de Acebo de ¿1998?, 2003 y el de ahora de 2015. Estos tres incendios prácticamente se iniciaron en los mismos lugares, a la misma hora y tuvieron un comportamiento parecido en sus inicios, pero la superficie quemada se ha multiplicado por 10.
Si, en algunas comarcas como Sierra de Gata los grandes incendios se repiten con una precisión que asusta.
Es más, algunos incendios se repiten una y otra vez en las mismas condiciones, en los mismos parajes y en fechas parecidas con diferencias únicamente en las condiciones climáticas locales de esas fechas. Recuerden los incendios de Acebo de ¿1998?, 2003 y el de ahora de 2015. Estos tres incendios prácticamente se iniciaron en los mismos lugares, a la misma hora y tuvieron un comportamiento parecido en sus inicios, pero la superficie quemada se ha multiplicado por 10.
Si, en algunas comarcas como Sierra de Gata los grandes incendios se repiten con una precisión que asusta.
Y
¿como hemos llegado a todo esto? Pues vamos a entrar en
detalle. Pero como hay mucho que decir voy a dividir este artículo en varias partes que trataremos en distintas entradas. Primero hablaremos de la comarca de Sierra de Gata, sus
características y en especial las que la hacen sensible a siniestros
de este tipo. Después trataremos de los incendios en general y del
incendio de agosto en particular. Los dos últimos apartados se centrarán en
el siempre polémico ¿y después qué?
LA COMARCA DE SIERRA DE GATA
La Sierra de Gata
es una comarca del Norte de la Alta Extremadura con unas condiciones
que la hacen más proclive que otras a los grandes incendios.
Por
una parte es una zona de fuerte despoblación desde los años 60 que
ha producido un paisaje donde se mezclan lo urbano, lo forestal y lo
agrario, en buena parte sin explotar. Así se suceden terrenos
forestales bien tratados (normalmente públicos y muy escasos) con
otros en estado semi-salvaje (normalmente privados) con terrenos
agrarios en explotación y muchos abandonados. La cabaña ganadera
también está en fuerte retroceso, con una polarización hacia el
ganado subvencionado en detrimento de otras especies más adaptadas
pero de manejo más complicado como es el caso del caprino.
Otra
particularidad es que las poblaciones normalmente se encuentran
asentadas dentro de estas zonas sin espacios de transición. También
existe mucha vivienda dispersa y un fuerte aumento de población en
verano. Realmente es improbable, aunque no imposible, que en
Moraleja, con una distribución entre lo rural y urbano muy distinta
se lleguen a dar las situaciones vividas en Acebo, Hoyos y Perales el pasado verano.
Por
otra parte una climatología de carácter atlántico, muy parecida a
la de otras regiones como Galicia y el norte de Portugal, hace que la
vegetación prolifere, especialmente la natural e incluyendo la
forestal. No es casual que estas tres zonas de la Península se
comporten de forma parecida en lo que se refiere a los incendios
forestales.
Las
especies favorecidas por estas características de climatología y
abandono agrícola han sido algunas fomentadas por la Administración,
como es el caso de los pinos, pero también han proliferado robles y castaños
y también algunas especies de matorrales, especialmente los brezos
Un
inciso: Volviendo a los pinos, antes, no es que no los hubiera, como
se viene diciendo, es que no había casi nada de arbolado y el que
había se mantenía limpio y aclarado. En la actualidad y debido al
descenso de la cabaña ganadera y de la actividad agrícola y a una
climatología con una pluviometría superior a la media, la
superficie forestal avanza a unos niveles insospechados hasta hace
unos años (se habla de 3500 Ha/año para el total del país). Lo que pasa es que es un crecimiento “desordenado" (o
natural) que se traduce al final en un aumento de los grandes
incendios.
Realmente y
hablando con los viejos del lugar, estos no recuerdan semejantes
siniestros que se vienen produciendo desde los años 70 con la
despoblación y las primeras repoblaciones, que en la zona (Sierra de
Gata , Hurdes, El Rebollar y Beira Alta Portuguesa) fueron casi
monoespecíficas de pino. Pero puntualicemos: No todas las comarcas
que mantienen estos pinares son pasto del fuego. Ya hablaremos más
adelante de ello.
Una última
característica que se me había pasado y que no ayuda precisamente
en el caso de los incendios es que se trata de una Región
Fronteriza. La frontera, que históricamente tiene mucha causa en
la despoblación y el atraso de la Sierra de Gata, también ha sido una
desventaja a la hora de afrontar los incendios. Y aquí tenemos dos:
Con otra comunidad autónoma y con otro País. Esto añade problemas
extra a todo tipo de gestión y que se presentan de forma muy marcada
en las tareas tanto de prevención como en la propia extinción.
Cuadro 1
Características
de la comarca de Sierra de Gata que más inciden en los incendios forestales:
1º Zona
fronteriza con gestión limitada o dificultada políticamente por este hecho.
2º Zonas
despobladas con fuerte aumento de la población en verano.
3º Unas
condiciones climatológicas favorables durante casi todo el año a
la proliferación de vegetación forestal.
4º Condiciones desfavorables en cuanto a topografía, vientos dominantes, baja
humedad y altas temperaturas en verano.
5º Entorno rural
en estado de semi-abandono lo que produce un paisaje donde la
continuidad vegetal es la norma y no la excepción.
Cuadro 2
Grandes Incendios en Sierra de Gata
Y para terminar, como siempre, algunas imágenes ilustrativas.
Las Cabezas de la Cervigona, Acebo, en 1997. Podría ser una imagen actual y es que los grandes incendios no son ninguna novedad en Sierra de Gata, por lo menos en los últimos 25 o 30 años. |
El Valle del Malavao o Malena, en Robledillo de Gata en 1997. También los grandes incendios se hicieron sentir aquí. |
La "Barranca" en el Puerto Nuevo de Descargamaría. Un fenómeno producido en el límite de las dos mesetas con gran influencia en la vegetación y en los incendios forestales. |
El valle de la Malena en Descargamaría. En 1998 todavía conservaba unas preciosas riberas pobladas de abedules. |
Así quedó el Valle de la Malena |
Incendios en Hoyos en febrero de 1999 |
Hoyos y lo que era el teso de La Cuesta en 1999 |
Acebo ese mismo año. Al fondo a la izquierda se ven los efectos del incendio de 1998 |
El Moncalvo en Hoyos con su habitual neblina en otoño. |
Incendio de Robledillo de Gata de 1999 |
Incendio de Torrecilla de los Angeles de 2002. Así se veía desde la piscina de Hoyos. |
El final es siempre el mismo. |
Remates en el incendio de Acebo y Hoyos de 2003 |
Saludos, salut, saudaçoes
Textos by Chicharero, imágenes de Paco Santos
EN EL PROXIMO EPISODIO: LOS
INCENDIOS FORESTALES, SUS CAUSAS Y FACTORES QUE INTERVIENEN EN SU
PROPAGACIÓN.