Cuenta la leyenda que, cuando todavía no se había decidido donde se instalaría el primer parque de Eurodisney en Europa, un tal Ronald Reagan viajó a España en visita oficial. Tantas protestas recibió el presidente de los EEUU en aquel año de 1985 que al final Disneyland se marchó a Francia.
Probablemente Disneyland se hubiera instalado en el país vecino de todas formas. No en vano es el primer receptor de turistas de Europa y, pensando que las intenciones de los promotores era atraer visitantes de toda Europa, con especial vista en el Reino Unido, Alemania y la propia Francia, hay que reconocer que París posee una situación mucho más céntrica que la costa mediterránea española.
Pero no hubiera estado mal que los EEUU hubieran compensado a España por ese otro tipo de turismo con el que nos vienen visitando desde los años 50: El militar.
Porque, que yo sepa, los galos no dejan que militares de otros países instalen bases en su territorio. Pero España es diferente. Aquí el ejército de los EEUU campa a sus anchas, somos un pilar de su sistemas antimisiles, en los años 60 dejamos incluso que nos bombardearan (las Bombas termonucleares de Palomares) e incluso un gobierno en funciones, el actual de Pedro Sánchez, ha permitido recientemente un aumento de tropas (en Morón, Sevilla).
Colaboración o servilismo, decidan cual es la palabra correcta.
Volviendo al tema. En Junio, después de varios años retrasando el viaje, hemos visitado por fin Disneyland París.
Esta vez no hemos llevado el coche, que ya ha pasado de los 300.000 Km y ya no está para estos trotes.
Todo ha estado muy organizado y reservado de antemano: Vuelos, traslados al hotel, entradas, cuatro noches en Marne-la-Vallée y una en París. Lo único que no reservamos fue el viaje del Parque a París.
PREPARATIVOS E INFORMACIÓN PRÁCTICA
Hay mucha, muchísima información en la web sobre Disneyland. Quizá demasiada.
Y te encuentras de todo: Desde algunas muy prácticas hasta las páginas más frikis que te recomiendan entre otras cosas: "Decide de antemano cual es tu princesa favorita". Es para pedir cita y hacerte una foto que, por supuesto, pagarás aparte...
Sobre esto último lo voy a decir: Mi película preferida de Disney es Alicia en el País de las Maravillas y mi princesa preferida es la escocesa Mérida. De la primera encontraréis una única atracción, el laberinto. De la segunda sólo alguna muñeca entre los ¿cientos? de tiendas. Parece ser que esta princesa contestona y que no desea que le impongan príncipe no tiene cabida, junto alguna mas, en este mundo de cartón piedra.
Alguna vez escribiré sobre Mérida y sobre la cantautora escocesa Julie Fowlis que compone parte de la banda sonora de la película Brave. Sólo deciros que tuve la suerte de que unos parientes que residen en Escocia me regalaran el DVD en su versión original y así disfrutar no sólo con la peli sino con su música.
Y también voy a añadir otra cosa, después de ver como un grupo de españoles se "extasiaban" ante un cuadro que representaba al Rey León pensé que no había una película más deleznable (por decirlo fino) que esta. Una película que presenta la venganza como algo aceptable a ojos de los niños, aparte del supuesto parecido del "malo" con el profeta Mahoma. Me ahorro otros comentarios.
O sea, que no encontraréis todo el universo Disney, sólo el que es más favorable al Merchandising. Así se ha añadido todo el universo de Pixar (Toy story) y el de Lucas Films (Stars Wars, Indiana Jones). No podían faltar los Piratas del Caribe ni algún guiño al público francés (Ratatouille).
Otro inciso: Aunque Disney empezó sus andaduras con personajes propios como el famoso ratón Mickey pronto empezó a adaptar historias populares europeas al cine, muchas de ellas de origen francés y esto no se destaca en ningún sitio. La arquitectura del poblado que se encuentra nada más entrar (en realidad un centro comercial) y de los hoteles es puramente norteamericana.
Es curioso que un País con una forma de gobierno Republicana (en realidad una Plutocracia, de Pluto = Dinero) tire tanto de la realeza para hacer caja.
Está claro que a los dirigentes de EEUU les caen bien las monarquías, sobre todo si las controlan, como a la nuestra, pero no desean que ningún derecho sucesorio se vaya a interponer en sus particulares gobiernos determinados básicamente por el dinero del que puede disponer cada candidato.
Algunos intelectuales franceses opuestos a la construcción del parque lo calificaron como un "Chernobyl cultural".
Para terminar este apartado algunos consejos básicos que no leímos en la red antes de ir:
*Procurar llevar una entrada válida. Me explico. En la Agencia nos dieron una reserva que luego debíamos canjear por las entradas al parque. Eso significa que nada más llegar debes hacer tres colas:
1º La inevitable del control de bolsos y equipajes (por seguridad, por este control también se accede a la estación de ferrocarril y al "pre-parque"). Nos llamó la atención que ni aquí ni en todo el parque vimos soldados armados como los hay en los sitios públicos de casi toda Francia. No hay que espantar a los turistas...
2º La cola para sacar los billetes, la peor de todas.
3º La de entrada a los dos parques, Disneyland y Walt Disney Studios, que son independientes la una de la otra.
Había gente que llevaba la entrada impresa desde casa o en el móvil y se ahorraban la segunda cola. Advertírselo a los encargados de la Agencia si se os da el caso.
*Dicen que no se puede llevar comida que abulte mucho (sólo bocadillos y alguna bebida) pero la gente llevaba casi de todo. Otro problema añadido es que, aunque hay bancos y mesas (pocos para tanta gente) hay poca sombra y si vais durante una ola de calor como fue en nuestro caso (toda Francia estuvo en alerta) os acordaréis de lo que os digo. Muchos visitantes, especialmente orientales, llevaban paraguas lo cual no es ninguna tontería.
Con respecto al agua no hay tantas fuentes como dicen. Nosotros hicimos cola en una hasta darnos cuenta que el agua de las fuentes era la misma que la de los WC que estaban al lado...
Hay una fuente muy céntrica que es ideal para mojar la gorra...
*Si queréis ir a algún restaurante de los de postín (Ratatouille, Piratas del Caribe, etc...) que están dentro del recinto del parque (es decir hay que pagar la entrada para comer en ellos) reservarlo antes de ir. Nosotros nos enteramos tarde y ya estaba todo completo.
Y es que si te quieres quedar a la actuación nocturna y tu hotel no es de los cercanos deberás cenar allí o estar todo el día a bocatas. En el pre-parque o zona comercial, que es de entrada libre, hay restaurantes como el Rainforest Café que, aunque todavía algo caros, pueden haceros el apaño y pasáis un rato divertido con los gorilas y los elefantes.
Para que os hagáis una idea de los precios nosotros cenamos los tres por 80 € cuando en Chez Remy, el restaurante de Ratatouille, son unos 40€ por persona, y en París, en la Rue Saint-Antoine (continuación de la famosa Rue Rivoli) pueden comer tres personas por 50€.
Otra cosa, no encontramos tiendas que vendieran pan o algo para hacerse bocatas, salvo dentro de la estación de trenes.
*Siguiendo con la cena, no esperéis a última hora porque cuando vayáis al espectáculo nocturno ya estará todo pillado.
Toda la avenida desde el palacio de la Bella Durmiente hasta la fuente que hay en la plaza de la entrada se llena de gente y es casi imposible acercarse.
No sé cuanto tiempo llevaría la gente cogiendo sitio pero es complicado, y cansado, pillar un buen puesto.
*Algo sobre las tiendas. Así como alguien dijo que la televisión te ofrece algo de información y entretenimiento entre anuncios publicitarios, Disneyland a veces pareciera que sólo te ofrece atracciones entre tienda y tienda.
Hay tiendas tanto dentro del parque como fuera y hay casi lo mismo en las de dentro que en las de fuera. Hay tiendas específicas como la de Stars Wars y otras, las más grandes, que tienen un poco de todo.
Precisamente la mayor de todas te la encuentras a la entrada (o salida) cercana al control de seguridad. Las tiendas más caras (las joyerías) sólo se encuentran dentro del parque.
Dos consejos sobre compras: Si se os antoja algo tener en cuenta que muchos artículos sólo se venden aquí (no los encontaréis en las tiendas Disney de internet) y que en el centro comercial Val d´Europe hay un Primark con una sección dedicada a Disney. Está a unos 25 minutos andando desde el parque.
*El Fass-Pass (una especie de reserva de hora para ciertas atracciones) es muy práctico pero tiene muchas limitaciones: Sólo lo puedes utilizar cada cierto tiempo y a última hora las máquinas que lo expenden ya no funcionan.
*Valorar si merece hacer cola para ver ciertas atracciones y enteraros bien de que vais a ver, no sea que esperéis 30 o 40 minutos para haceros una foto... Hay una APP de Disney que es muy práctica pero en mi viejo móvil (3G) funcionaba mal.
En muchas colas no hay sombra lo cual es un fallo pensando que en Francia no sólo hace calor sino que en ese lugar también llueve y nieva.
*En algún sitio leímos que enseñando la tarjeta Master-Card obtenías algunas ventajas, pero cuando vimos que había que hacer otra cola (la cuarta) pasamos del tema. Tampoco nos aclararon muy bien si merecía la pena.
VIAJE Y ESTANCIA
Cuando pedimos el primer presupuesto fue por todo lo alto: Estancia en hotel Disney Newport Bay Club (andando a 5 o 10 minutos del parque). Bonos de comida y algún otro extra. Todo, incluido vuelo y traslados, para cuatro noches y sin ningún descuento especial se nos ponía casi por 5.000 €.
Hay gente que, buscando ofertas especiales o promociones con más antelación, ha reducido esa cifra a la mitad.
En el segundo y definitivo presupuesto ya teníamos las cosas, y las cuentas, más claras: Estancia de cuatro noches en apartahotel fuera del parque, concretamente en el Adagio Marne-la-Vallée Val d´Europe (42 Cours du Danube, andando 20 o 25 minutos, aunque hay autobús gratuito). Ningún extra salvo los desayunos.
Incluyendo vuelos y traslados y una noche adicional en el hotel Standard Design en París el presupuesto no llegó ni a la mitad del anterior.
Otra ventaja, el hotel Adagio está en frente del Centro Comercial Val d´Europe, uno de los más grandes en los alrededores de París (unos 600 metros de largo, con Primark, FNAC, Auchan, farmacia y hasta un consultorio médico).
Detrás del Centro hay una parada de tren que va a París pero ¡ojo! no para a todas las horas. En nuestro caso pudimos coger uno a las 9 de la mañana que en poco más de media hora nos dejó en la Estación de Lyon en la capital francesa. Para otros horarios hay que ir a la estación de Disneyland.
Los pasillos parecían kilométricos en el centro comercial. |
Los vuelos los hicimos con Ryanair. Esta empresa no sólo se está volviendo cada vez más cutre sino que también utiliza algunos de los aeropuertos más cutres de toda Europa. Nosotros ya hemos probado dos: Charleroi (Bélgica) y Beauvais (Francia).
Este último es todavía peor que el de Bruselas. Por lo visto fue un aeródromo militar alemán de la Segunda Guerra Mundial que fue adaptado para el uso civil. Es el cuarto aeropuerto de París.
Todo lo que se ve a la derecha son las instalaciones del aeropuerto de París-Beauvais. |
El vuelo salía de Sevilla (que tiene una maravilla de aeropuerto comparado con los anteriores) a las 7 de la mañana y cuando llegamos a Beauvais lo primero que nos llamó la atención fue ver a la gente esperando "en la calle" (literalmente) a que saliera el siguiente vuelo.
Nos acordamos de aquello cuando hacíamos cola en las actuaciones de Disney. Todos los sistemas para organizar las colas se parecían más o menos a las mangas ganaderas que se utilizan para manejar las vacas.
Hay transporte en autobús desde Bauvais hasta Disney y hasta París pero por lo que leímos estaba limitado a ciertas horas. Habíamos reservado un transporte colectivo que tardó en llegar (teníamos un teléfono que sólo contestaba en inglés). Al final nos recogió una furgoneta que llevaba el volante a la derecha... No le preguntamos al conductor como es que llevaba un vehículo inglés pero a lo mejor en el norte de Francia no es algo infrecuente.
Tardamos algo más de una hora en llegar a destino. Desde París se tardan ¡dos horas! hasta Beauvais en taxi, atascos incluidos.
Una información que nos resultó de interés: Hay vuelos desde Oporto a Beauvais. Aunque el sistema de equipajes de Ryanair sigue pareciéndonos inexplicable no descartamos utilizar esta línea para ir a París vía Oporto en una próxima vez. Importante, cuando reservéis con esta compañía hacer al mismo tiempo la facturación de la maleta para poder subirla a cabina.
El traslado de Disney a París lo hicimos en tren de cercanías sin ningún contratiempo. El mismo billete nos sirvió para coger el metro esa tarde. No sabemos si es que el billete era válido por un día entero o quizá nos saltamos algún control...
DISNEYLAND
Os contaré algunas cosas de nuestra visita a través de una selección de imágenes.
Entrada principal y control de seguridad. |
Espacio de "pre-parque". Desde aquí podemos entrar a Disneyland, a Walt Disney Studios, a la estación de la SNCF (ferrocarril) o ¡no entrar! |
Este es el Hotel Disneyland. Debajo se encuentran las taquillas y la entrada al parque. |
Una tienda cualquiera... |
Poblado tras el castillo de Blancanieves. Ya veis que sombra no es que haya demasiada. |
En la fuente situada delante de la atracción "It´s a Small World" no se puede beber, pero sí mojar la gorra |
Don Quijote en "It´s a Small World" |
El laberinto de Alicia. |
Esto es lo que haréis la mayor parte del tiempo, colas de 50 o 60 minutos para atracciones de 10 o 15. Esta por lo menos estaba a la sombra. |
Phantom Manor o la famosa casa del ascensor. |
Big Thunder Mountain. |
Thunder Mesa Riverboat. |
La ciudad de Aladin. |
Seguro que el espectáculo es más bonito de cerca, pero mirad como estaba la avenida. |
Ratatouille y su restaurante están en Walt Disney Studios. |
Este globo se encuentra fuera de los parques, cerca de los hoteles de Disney. |
Y esta enorme tienda también, justo en la salida. Por si todavía os falta algo que comprar. |
Para resumir, y en cuanto a las atracciones, en general las hay parecidas en otros parques que hemos visitado en Francia y en España como Futuroscope (Poitiers), el Puy du Fou (Les Herbiers) o el Parque Warner (Madrid). Lo del número de tiendas no lo habíamos visto en ningún otro sitio.
En los tres días que estuvimos prácticamente visitamos todas las atracciones. Sólo dejamos las más "fuertes" y algunas que estaban cerradas por mantenimiento.
Por último y si queréis una opinión, las más atractivas para mi fueron, en este orden: Peter Pan, Ratatouille, Piratas del Caribe y Studio Tram Tour.
PARÍS
Como este es un artículo sobre Disney hablaré poco de París que bien se merece un post exclusivo.
Esta es la cuarta vez que visito esta ciudad y sí os puedo decir algo: Cada vez va a peor. El afán por la seguridad y la masificación turística cada vez hacen esta ciudad menos atractiva.
El calor tampoco ayudó. La temperatura en París era de dos o tres grados superior a la de Marne-la-Vallée. En algunas fuentes parece ser que dejaban que te bañaras (Trocadero) pero en otras no (Louvre). Al museo del Louvre no te podías ni arrimar si no llevabas ya la entrada y nos conformamos con ver la pirámide por fuera.
Nada más llegar, en el mercado de La Bastille, compramos el siguiente "gadget" que nos acompaño todo esos días. ¡Ojalá lo hubiéramos tenido en Disney!
Por cierto, se trata de un ventilador-nebulizador portátil. Te lo venden en la calle por 6 €. En los grandes almacenes de la Rue Rivoli valía cinco veces más.
El hotel Standard Design (29 Rue des Taillandiers) era más caro que el apartahotel Adagio.
No obstante, por su tranquilidad (para estar en un barrio de copas) por su limpieza y por su situación creo que volveremos en el futuro, esta vez sin Disney.
Estuvimos prácticamente un día y medio en París. En el primero fuimos hasta el Louvre, pasamos cerca de los Inválidos y de allí hasta la torre Eiffel y a la plaza del Trocadero.
La torre por lo visto desde ya hace un tiempo que se encuentra cercada por una muralla de vidrio.
Los soldados de la misión "Vigipirate" se hacían notar demasiado.
Cerca del hotel había mucha variedad de sitios para cenar pero llenos hasta las trancas. Al final acabamos en un Mcdonald para gran alegría de alguna...
Al día siguiente cruzamos el Sena por el puente de Austerlitz y de allí hasta la Isla de Saint Louis y a Notre-Dame que, por supuesto, estaba vallada y en obras.
Unos manifestantes ocupaban un puente con mucha presencia policial. Yo pensé "Chalecos amarillos" pero no, eran manifestantes del movimiento Extinción Rebelión, que luchan por la desobediencia civil contra el cambio climático y contra el colapso ecológico.
Por si acaso, aquí casi nadie llevaba chaleco. No fuera a ser que algún policía se pusiera nervioso...
Si queréis saber más de este movimiento visitar este enlace Extinction Rebellion |
Aún en este estado, Notre-Dame impresiona. |
El taxista que nos llevó a Beauvais, entre atasco y atasco, nos dijo que al día siguiente (sábado) coincidía la manifestación del orgullo Gay con una concentración de Chalecos Amarillos por lo que él no pensaba salir de casa.
Saludos, salut, saudaçoes
Imágenes de Paco Santos, textos by Chicharero.